¡Aprende idiomas sin miedo!
¡Hola a todos y todas! En este pequeño artículo me gustaría contaros mi experiencia y daros algún consejo. Cuando comencé a aprender inglés, pasé por muchos obstáculos por los que hoy me río porque se han convertido en anécdotas para mí.
Hace siete años decidí ir a Irlanda para aprender y mejorar el inglés, sentí que esa era la mejor manera de aprenderlo. No me quedaría otra que esforzarme, perder el miedo y luchar para sobrevivir.
Me fui a trabajar como Au pair pero primero tuve que hacer varias entrevistas con algunas familias, tristemente ninguna me entendía, pero tuve la suerte de dar con una familia que al decirnos Hello! por Skype la conexión se fue, y con solo verme la cara quedaron encantados. Así que en cuestión de una semana ya estaba allí.
Mi familia irlandesa vivía a las afueras de un pueblo pequeñito, donde solo había granjas, alguna casita a lo lejos y mucho verde. Cuando llegué, la familia no me entendía muy bien, pero ponían todo su esfuerzo y usábamos los traductores de google.
Recuerdo que cuando llevaba tres meses, un día que estaba tranquila en mi habitación, la madre llamó a mi puerta, y me preguntó:
- Lydia, Can you dry the dishes, please?
- Yo entendí y repetí su pregunta -If I can drive... ?
Y ella me repitió de nuevo la pregunta amablemente:
- No, I said...Can you dry the dishes, please?
Yo abría mucho los ojos como si también escucharan, pero seguí sin entenderla así que empecé a hacer mímica como si estuviera cogiendo el volante de un coche.
– You say, If I can drive, right?
A ella le cambió la cara y empezó hacer mímica (como si estuviera secando los platos) y también perdiendo la paciencia y gritando…
-NO! I SAID...CAN YOU DRY THE DISHES, PLEASE?
La madre se desesperó y yo también.
Después de aquello la madre se ofreció a ayudarme más. Comencé a ir a clases de inglés, a relacionarme más con la familia, y sobre todo aprendí mucho con los niños que cuidaba, creo que fueron los más pacientes.
Esta es solo una anécdota de muchas, pero es la que más me da la risa y la que más me impulsó a ser más fuerte y tener más coraje para hablar en inglés, aunque fallase.
Con toda esta historia que os he contado y que forma parte del libro que estoy escribiendo, quiero animaros a que no tengáis miedo de aprender un idioma, es bueno equivocarse y pronunciar mal o equivocarse en algunas palabras, porque de los errores se aprende. Al final aprenderéis, solo tenéis que TENER GANAS y empezar SIN MIEDO. =)
2019년 8월 21일