!Ríete mientras aprendes!
Todos sabemos que aprender algo nuevo puede ser realmente estresante y frustrante. Aprender un nuevo idioma no es la excepción, y mucho menos cuando estamos limitados por la necesidad de palabras, pronunciación y expresiones que nos permitan ser comprendidos en otro idioma, el cual cuenta con estructuras que nuestro cerebro a veces no puede construir, ya que son muy diferentes a las de nuestra lengua materna.
Aprender un idioma es tan desafiante como aprender cualquier tema, porque requiere dedicación, esfuerzo, perseverancia, y por supuesto, el desarrollo de ciertas habilidades, así como mucha disciplina para lidiar con nuevos conceptos, términos, la organización de las ideas, la pronunciación, etc.
En otras palabras, aprender un nuevo idioma es arduo y desafiante, pues necesitamos "salir de nuestra zona de confort" para empezar a lidiar con estructuras desconocidas, luchando con nuestro cerebro para entender que hay nuevas lógicas en algo que siempre hemos hecho de una única manera_ como en el caso de la sintaxis adjetivo-sustantivo en inglés, que es lo opuesto al español (blue car- carro azúl), o el verbo "have" en francés que no tiene nada que ver con la misma palabra en español ( Il y a - hay); o la afirmación "sí" en sueco (io) que no tiene nada que ver con su sinónimo en español o francés ( sí- oui).
Cuando aprendemos una nueva lengua, al principio del proceso, "perdemos" el control de la misma y eso nos hace sentir inseguros, incómodos, frustrados y estresados. Empezamos a vernos en la necesidad de ser apoyados por otra persona, en este caso, nuestro tutor o profesor, que ahora tiene el control, ya que dependemos constantemente de su aprobación y orientación. Entonces, ¿cómo llegamos a conocer y entender esas nuevas formas, estructuras y reglas en un idioma diferente?
Como adultos, usamos nuestra lengua materna como base para hacer comparaciones y contrastes. También apoyamos nuestro aprendizaje en la lógica y los procesos mentales para asimilar la información, reprocesarla, y luego emitir el resultado final, es decir, el concepto en la lengua meta.
Pero, ¿cómo nos enfrentamos a la frustración, a las dificultades y a los errores? ¿Qué relevancia tiene asumir una actitud positiva hacia el aprendizaje? ¿Por qué es tan importante reírse de los errores en lugar de estresarse, frustrarse, disgustarse o entristecerse, o en el peor de los casos, abandonar nuestro proceso de aprendizaje?
Los científicos han descubierto que la risa es una fuerza curativa que en muchos casos ha ayudado a los pacientes a mejorar su condición médica. El acto de reír hace que el cerebro sienta que todo va bien, que libere, dopamina, una sustancia química que hace que las personas se sientan mejor. Recordemos que el cerebro cree lo que se le dice, sin importar si es verdadero o falso. Sólo cree, ya que no tiene la capacidad de distinguir la realidad de la ficción.
Además, “Una carcajada prolongada incrementa la oxigenación cerebral y corporal. Una risa induce la activación refleja de neuronas en espejo, fortaleciendo el principio de socialización. El chiste o la broma finalmente llegan al cerebro inteligente, se activa primordialmente al lóbulo frontal del cerebro, que se asocia con un mayor funcionamiento cognitivo”.
Por otra parte, el cerebro no tiene sentido del humor y no hace la diferencia entre pensamientos positivos o negativos. Por lo tanto, si se le dice continuamente que no se está obrando bien _ en cualquier aspecto de la vida, incluyendo el aprendizaje_ si se está criticando cada uno de los errores que se cometen al aprender, si los errores no son vistos como una oportunidad de aprender, habrá menos posibilidades de avanzar en el dominio del idioma, ya que se elevan los niveles de stress (y cortisol), entre otros, y por lo tanto, de aprendizaje.
Cuando una persona ríe, está enviando mensajes positivos a su cerebro. Al mismo tiempo, respira mejor, pues el “corazón envía sangre a todo el cuerpo, transportando oxígeno a todas y cada una de sus células. Después de distribuir el oxígeno, la sangre vuelve al corazón. Desde allí, la sangre se bombea hacia los pulmones, donde se vuelve a cargar de oxígeno”. Todo esto hace que las personas se sientan mejor y, por supuesto, las liberará del estrés y la ansiedad. En consecuencia, tendrán mejor capacidad para organizar sus ideas y para entender y producir nuevos conceptos en cualquier ámbito.
“El cerebro humano tiende a ser feliz, lo promueve constantemente, aunque teniendo más elementos para ponerse a reflexionar o para estar triste, la naturaleza de nuestra corteza cerebral busca elementos para tranquilizarse y sentir que no todo está mal”.
A continuación enuncio algunas recomendaciones que pueden ser tenidas en cuenta para disfrutar del proceso de aprendizaje y avanzar:
- Estarás menos estresado si reconoces tus errores o dificultades, si los miras con optimismo y flexibilidad, y buscas apoyo para resolverlos.
- Recuerda que todo estudiante de idiomas debe haber estado en tu lugar en algún momento.
- No tienes que hacer un chiste de cada error que cometas, pero puedes aprender a disfrutar del aprendizaje, a reírte de ti mismo y a autoevaluarte de una manera más positiva.
- Ten cuidado! El hecho de que te rías de tus errores no implica que todos los demás acepten que te burles de los suyos. Recuerda que hay diferentes personas como granos de arena en el océano. No todo el mundo tiene los mismos sentimientos ni ha vivido las mismas experiencias con respecto a los demás ni a la crítica de sus propios errores. Por eso, asegúrate de entender y respetar la personalidad y la actitud de los otros frente a la corrección.
- Cuando estás abierto al aprendizaje y eres más generoso contigo mismo, las cosas fluyen más fácilmente, porque puedes examinar las estructuras, los conceptos y estarás más relajado para entenderlos.
“Reír dentro de un grupo de amigos es un código de aprobación, en el ámbito de trabajo u oficina disminuye la tensión, y en la familia predispone a una mejor comunicación”.
¡Ríete para aprender, es gratis! Quienes ríen más no sólo viven más; también aprenden más!
10 de Janeiro de 2020