Una nueva perspectiva a las clases de lengua
Enseñar una lengua extranjera es algo que se debe hacer con pasión, con el corazón y con la mejor actitud.
Recuerdo muy bien aquella frase que dice que "enseñar es aprender dos veces", y es cierta en tanto el docente es un eterno estudiante, una persona que debe tener sed de conocimiento, una curiosidad inagotable y un carisma característico para enfrentar la labor docente.
Y es allí cuando la relación con los estudiantes debe ser fundamental, se deben crear lazos de amistad, de respeto y de empatía para entender a los estudiantes, para conocer sus necesidades, sus gustos y sus maneras de aprender. Porque recordemos, no todos aprendemos de la misma manera, y como docentes debemos ser conscientes de esta situación y saber manejarla para que nuestros estudiantes saquen el mayor provecho de sus clases.
En el siglo XXI, el profesor de lenguas debe estar listo para la informalidad, para los nuevos recursos tecnológicos, para las nuevas fuentes de material didáctico y para los nuevos tipos de estudiantes que se presentarán ante nosotros con ganas de aprender, pero al mismo tiempo, de enseñarnos. Porque el docente no es más quien debe llevar el mando de la clase, porque si crees que el profesor es el que más sabe en el aula, tienes un gran problema.
November 16, 2018