El ave Gamayun en la mitología rusa.
En muchos dialectos rusos antiguos se puede encontrar la palabra "gamayun", que significa “persona muy habladora”. Quizás por eso el ave Gamayun se llama así, porque le gusta mucho tener largas conversaciones.
El ave Gamayun se mencionó por primera vez en la mitología eslava en el siglo XV. Al principio, la describieron como un ave del paraíso sin alas ni patas, que volaba con la ayuda de la cola, que nunca tocaba el suelo y, por eso, cuando necesitaba descansar, se enganchaba con las plumas a las ramas de los árboles.
Más tarde, las descripciones de Gamayun fueron cambiando, y comenzaron a presentarla como una criatura con la cabeza y el pecho de una hermosa doncella, y con el cuerpo de un ave. Se contaban extrañas historias, en las que se decía que esta maravillosa criatura podría convertirse en una bella joven con el cabello de un colorido increíble y una voz mágica. A partir de ahí se fue formando la imagen del ave Gamayun en la mitología eslava, que rápidamente se hizo popular.
El ave Gamayun era la encarnación de la sabiduría de Veles, el dios de la suerte y la fertilidad. ¡Ella lo sabía todo! Sabía todo sobre el cielo y la tierra, las estrellas y las noches, y también muchas otras cosas que estaban fuera del alcance de cualquier persona corriente. Ella era la única que podía cantar el libro de oro de los Vedas, y lo hacía con una voz tan dulce que esa canción llegó a ser la más hermosa que cantara nunca el ave Gamayun!
También era capaz de enseñarles al hombre los himnos divinos, para que los dioses escucharan las peticiones de los mortales. Se creía que si esa maravillosa criatura alguna vez, volando bajo y tocaba con sus alas la cabeza de algún ser humano, la suerte lo acompañaría siempre. Además de poder conceder los dones de la fortuna y la protección, Gamayun podía predecir el futuro. Y si alguien lograba obtener una pluma suya, conseguiría fama y buena suerte.
Por eso, muchas personas se preguntaban dónde encontrar al ave Gamayun y cómo llamarla. Mucha gente soñaba con reunirse con ella. Sin embargo, en circunstancias normales, esto hubiera sido imposible, y así fue, hasta que la mala fortuna quiso que se pronunciaran ciertos maleficios especiales para conseguirlo, como este: “Llega, Gamayun, ave profética, a través del mar, a través de las montañas altas, a través de un bosque oscuro, a través de un campo puro. Canta, Gamayun, ave profética, en el amanecer blanco, en una montaña escarpada, en un pequeño arbusto, en una ramita de frambuesa".
Otro maleficio consistía en pronunciar estas palabras: "Oh, ave profética, oh, ave sabia, que todo lo sabes, que todo lo conoces, cuéntame. Canta Gamayun, y dime: ¿Por qué comenzó toda la Luz Blanca? ¿El sol rojo de dónde vino? El mes brillante y la multitud de estrellas, ¿por qué nacieron? Y ¿cómo soplaron los vientos salvajes? Y ¿cómo ardieron los amaneceres claros?”
Sin embargo, nada garantizaba que apareciera aquella maravillosa criatura; ni siquiera pronunciar incansablemente éstos y otros maleficios. El ave del paraíso venía solo a quienes se conocía como personas bondadosas y honradas.
De hecho, la imagen de esta ave personifica a ciertos mediadores divinos entre el mundo de las personas y las criaturas de un orden superior. Gamayun siempre es un personaje positivo. Y si recordamos el hecho de que en los antiguos mitos sin la participación del ave Gamayun, no se lograba ninguna hazaña significativa, queda claro que la unidad de los miembros de linaje, vivos y difuntos, es la única base posible para la realización de las buenas intenciones. Y así es como nuestros antepasados eslavos veían y entendían el mundo.
15. Januar 2019