5 datos que no conocías acerca de la realeza británica
Europa es un continente cuya historia se puede contar a través de sus monarcas. A través de los siglos, las monarquías han tenido que adaptarse a nuevas corrientes políticas, han tenido que aprender a tratar con parlamentos, con presidentes y primeros ministros. Algunas no lo lograron y fueron destituidas y sus regentes condenados. Cada vez con menos poder en las leyes y constituciones de sus países, algunas monarquías siguen gozando de una legitimidad y del cariño de su pueblo. Uno de los casos más notables, si no el más notable, es la del Reino Unido; un claro ejemplo de cómo lo tradicional se puede entremezclar con las nuevas corrientes para sobrevivir. Sin embargo, internamente, las familia real británica guarda algunas costumbres y reglas bastante curiosas; algunas por tradición y otras por razones lógicas y de supervivencia de los miembros de la misma.
ALTAMENTE VALORADA
La Casa Real británica tiene un presupuesto anual de 45 millones de euros, lo que la hace una de las monarquías más caras del mundo. Cada ciudadano británico la costea desembolsando algunos céntimos de su bolsillo. Sin embargo, la gente parece no importarle ya que es una inversión rentable para el país. Debido a su atractivo turístico, comercial y su popularidad en los medios, la institución se valora aproximadamente en uno 55.000 millones de euros. El merchandising que la rodea, genera unos 20.000 millones de euros; esta cantidad aumenta cuando hay algún evento, bodas reales, etc.
LOS PALACIOS
El Palacio de Buckingham es la residencia oficial del Monarca, desde que la Reina Victoria se trasladó a este en 1837. Sin embargo, aunque ahí reside el Monarca, no es el lugar donde reside la Monarquía. Previo a esta decisión, el palacio de St James era la residencia oficial y técnicamente sigue siendo el lugar donde reside esta Monarquía como institución. Ahí se celebran las proclamaciones de un nuevo Rey o Reina, así como la acreditación de diplomáticos de otros países
REINA LONGEVA
Isabel II se convirtió el 9 de septiembre de 2015 en la monarca que más ha reinado en la historia británica con 64 años en el trono. Solamente cinco reyes superan los cincuenta años en la historia de la Monarquía británica: La reina Victoria (63 años), Jorge III (59 años), Enrique III (56 años), Eduardo III (50 años) y Jaime VI de Escocia (Jaime I de Inglaterra (58 años). Como dato curioso, hay un monarca que la supera: el rey Bhumibol Adulyadej de Tailandia, quien estuvo 70 años reinando.
SOBERANÍA INMORTAL
La soberanía británica nunca muere. Los Reyes y Reinas van y vienen, pero el mecanismo de sucesión británico puso en pié un método de modo que siempre tiene que existir un monarca al frente del reino. De haber un deceso del monarca en el poder, el o la siguiente en línea toma su lugar de forma inmediata. Es así que la bandera Real nunca ondeará a media asta, a no ser que, el cuerpo del recién fallecido se encuentre en el edificio, siempre y cuando el Rey o Reina actual no esté en el mismo lugar.
BEBÉS SIN APELLIDOS
Los bebés reales no tiene apellidos, reciben un sinnúmero de nombres, (William Arthur Philip Louis es el nombre completo del Príncipe William) pero apellidos ninguno. Los príncipes William y Harris usaron “Wales” como apellido en la escuela y sus posteriores carreras militares gracias al título de su padre, Príncipe de Gales. Kate y William han seguido con esta tradición, aunque sus hijos al ser descendientes directos de la Reina Isabel II, pueden usar los apellidos de Windsor o Mountbatten-Windsor. Estos apellidos son relativamente nuevos y fueron creados durante la Primera Guerra Mundial para esconder los orígenes alemanes de la Familia Real.
Si quieres saber más sobre la Familia Real Inglesa, pregúntale a tu profesor de inglés que te recomiende algunas lecturas sobre esta, o sino hay extensos escritos y documentales en donde podrás saciar tu sed de historia sobre esta legendaria monarquía.
28 de Fevereiro de 2018