Una breve guía de gestión del tiempo para personas con prisa
Entre los problemas más comunes que enfrentan las personas que desean aprender un idioma extranjero, la falta de tiempo ocupa un lugar destacado. Este artículo nos ayudará a usar mejor nuestro tiempo, incluso si solo tenemos unos minutos al día.
"No tengo tiempo" ... ¿En serio?
Muy a menudo, esta cuestión de tiempo es una excusa para no aprender un idioma. Es cierto, después de todo, es más fácil poner esa excusa que tomar el toro por los cuernos. Sin embargo, comprendemos que nuestra ocupada agenda no deja mucho tiempo para dedicarlo al estudio de idiomas. Este es un problema que nos afecta a todos. Entonces, intentemos ordenar el caos de nuestras vidas.
1. Tiempo que se puede ganar
No hay vergüenza en admitir que quizás perdamos todos los días una gran cantidad de tiempo realizando actividades poco interesantes: vagar sin cesar en varias redes sociales, ver programas que puede que ni nos interesen, consultar sitios web humorísticos, y un largo etcétera.
Si dejamos de lado el pretexto de relajarnos, esas actividades son una trampa en la que caemos día tras día, en detrimento del aprendizaje de un idioma. Nos podríamos atrever a añadir que estas actividades improductivas son un síntoma de la procrastinación: vienen a ocupar nuestra mente en lugar de dejarnos libres para atender asuntos serios.
Para superar estas pequeñas pérdidas de tiempo, primero debemos intentar identificarlas; por ejemplo, enumerándolas en una hoja. Debemos ser despiadados con los pequeños momentos de pereza; en cualquier caso, nadie nos verá o nos juzgará. Una vez hecho este pequeño trabajo, tendremos una visión clara de las actividades inútiles que podemos eliminar para liberar tiempo. Luego, encontraremos formas de mejorar nuestra organización.
No debemos caer en el extremo opuesto de tener cada minuto de nuestro tiempo libre asignado a una tarea "útil". Los pequeños momentos de relajación son importantes para nuestro bienestar, pero debemos encontrar el equilibrio adecuado entre recargar nuestras baterías y perder el tiempo.
2. Tiempo de inactividad inevitable que se puede aprovechar
Luego viene la segunda categoría de momentos "perdidos" de nuestro día, para los cuales lamentablemente no hay mucho que hacer. Viajar en automóvil o en transporte público es una pérdida de tiempo significativa, pero es difícil decirle a nuestro maestro o jefe que sería mejor que aprendiéramos un idioma extranjero. Lo mismo ocurre con las filas en la oficina de correos, el médico que nos recibe un cuarto de hora después de la hora programada, etc.
Todos estos callejones sin salida representan varias decenas de minutos, incluso horas de nuestro día. Sin embargo, recomendamos trabajar por lo menos media hora al día, para ser realmente efectivos, en estos tiempos muertos. Durante esta media hora, es posible realizar varias tareas pequeñas, lo que reducirá significativamente nuestra carga de trabajo una vez que hayamos regresado a casa.
Por ejemplo, podemos usar aplicaciones móviles en el metro o esperando a alguien, o haciendo ejercicios de gramática en el tren.
3. Cómo crear nuestra agenda, paso a paso: identificando los tiempos de espera para volverlos útiles.
Para elegir las actividades que realizaremos a lo largo del día, simplemente debemos describir el curso del día en una hoja de papel, desde la mañana hasta la noche. Existe una buena posibilidad de que nuestra agenda sea más fácil de describir entre semana porque es más predecible que los fines de semana, eso significa más flexibilidad para el sábado y el domingo.
4. El tipo de lugar
Cada lugar tiene sus ventajas y limitaciones. No haremos las mismas cosas si conducimos nuestro automóvil que si nos sentamos en un escritorio. La posición que tendremos también es importante: ¿tendremos ambas manos libres o tendremos que pararnos en la barra del metro?, ¿tendremos apoyo para escribir?
5. El ruido circundante
Si nos encontramos en un lugar muy ruidoso, será difícil realizar tareas auditivas. Si nos distraemos fácilmente, leer una explicación gramatical en un entorno así también puede convertirse en un desafío.
También debemos pensar en los demás: si el lugar donde nos encontramos impone silencio (como una biblioteca o una sala de espera), leer un texto en voz alta puede no ser lo mejor que podemos hacer.
6. Acceso a equipos y tecnología
Será necesario tomar decisiones de acuerdo con nuestras posibilidades de acceso a los materiales de estudio. Por ejemplo, podemos ver noticias en inglés desde nuestra computadora de trabajo durante nuestra hora de almuerzo, pero será más difícil si tenemos que estar afuera, en un lugar donde no podemos obtener una red.
7. La elección de nuestras actividades
Nuestras necesidades dependen en gran medida del idioma que estemos aprendiendo y del método que usemos. ¿Qué necesitamos para progresar día tras día? Para aprender inglés necesitamos nuestros materiales de estudio y un programa determinado que nos garantice progresar si invertimos nuestro tiempo y recursos.
¡Debemos establecer tiempos fijos para dedicar al estudio, considerar nuestros gustos y aficiones para vincularlas con el idioma, así veremos que incluso resultará divertido!
14 de Novembro de 2017